lunes, 24 de noviembre de 2014

Navidad 1914: Una tregua histórica

Sucedió hace exactamente 100 años. El 24 de diciembre de 1914, durante el primer invierno de la Gran Guerra, se decretó para la Nochebuena una tregua en el frente de Ypres (Bélgica), en la zona más dura de las trincheras entre alemanes y británicos. Esto implicaba permanecer en los puestos toda la noche sin disparo alguno y esperar al día siguiente para reanudar la contienda.

Al empezar la cena de Navidad, los alemanes se animaron a decorar con arbolitos sus trincheras y a continuación cantaron villancicos, sobre todo "Stille Nacht" (Noche de paz). Las tropas británicas respondieron entonces con "Adeste fideles" y otros villancicos en inglés. Sonaron entonces los primeros "¡Viva!".

Poco después, ambos ejércitos intercambiaron gritos de alegría, muestras de amistad y deseos de una feliz Navidad para todos. Al poco, hubo encuentros de unos y otros en la tierra de nadie, y allí se intercambiaron pequeños regalos: whisky, cigarrillos, etc.

Al día siguiente decidieron continuar la tregua, y esto permitió que los caídos fueran recuperados y enterrados cristianamente. Se celebraron ceremonias fúnebres con soldados de ambos bandos, llorando las pérdidas de uno y otro lado, y ofreciéndose mutuamente el pésame. Al parecer, celebraron incluso un partido de fútbol entre ambas “selecciones”, que fue abruptamente interrumpido por la llegada de algunos aviones y el reinicio de la contienda.

Sin embargo, ese ejemplo se contagió a otras zonas cercanas. En algunos puntos la tregua se amplió hasta el año nuevo, e incluso hasta el mes de febrero. Los comandantes británicos John French y Sir Horace Smith-Dorrien, encargados de destituir a "los culpables", juraron que una tregua así nunca volvería a permitirse. Paradójicamente, los dos habían dejado el mando antes de la Navidad de 1915, mientras que los protagonistas de aquel conmovedor encuentro recordarían aquella noche toda su vida.

Hace unos años, el director Christian Carion llevó a la pantalla esa tregua, basándose en el relato de uno de los testigos, titulado "La increíble Navidad de 1914". La película se llamó "Feliz Navidad" (2005). Ahora, coincidiendo con el centenario, la cadena británica de supermercados Sainsbury’s ha hecho este anuncio que es un brillante y emotivo recuerdo de aquella epopeya.

Sin duda, un spot de Navidad maravilloso e inspirador, que merece ser difundido. ¿No os parece?

lunes, 17 de noviembre de 2014

Lotería de Navidad: "El mayor premio es compartirlo"

El pasado 12 de noviembre se estrenó, a bombo y platillo, la campaña publicitaria del Sorteo Extraordinario de Navidad. El nuevo spot, que toca la fibra de principio fin, lleva por título "El mayor premio es compartirlo", y es el primero de 9 relatos que iremos viendo hasta el 22 de diciembre. El lema condensa todo el mensaje: porque esa apelación a la solidaridad (al compañerismo, a la auténtica amistad) es la síntesis emocional de toda la campaña.

El anuncio que da el pistoletazo de salida a la campaña juega con algo que seguramente muchos hemos pensado en estos días cuando entramos en un bar y nos preguntan: “¿Qué, ya has comprado el décimo de lotería?”. Automáticamente, nuestra mente piensa: “Sólo falta que toque aquí, que vengo cada día a tomar café, y les toque a todos menos a mí”.

Pues bien, eso es exactamente lo que le ocurre a Manuel, el protagonista del spot. Para un año que no compra el décimo, ve con horror que el Gordo ha tocado en el bar de Antonio, su local habitual de compadreo. Empujado por su mujer, y con el alma hecha pedazos, baja a su bar de siempre para intentar felicitarles a todos. Pero no puede. Mientras los alegres parroquianos brindan por doquier, él se esconde en un rincón. “¿Una copita?”, le dice el sonriente barman. “Para mí un cafelito”. responde Manuel, que no puede ocultar sus lágrimas. Y cuando pide la cuenta... llega la mágica sorpresa.

Os animo a que lo veáis. Aunque Internet está ya infestada de memes y parodias, la verdad es que el spot es sincero, y sus emociones también lo son. Por eso ha sobrepasado el millón trescientas mil visitas en apenas 4 días. Lo más importante es que aquí –a diferencia del año pasado– los protagonistas son personas anónimas, como vosotros y como yo. Por eso nos llega tan directo al corazón. Y por eso es capaz de provocar una respuesta emotiva.

Yo, desde luego, quisiera ser la mitad de bueno que el anónimo barman del anuncio. Es un auténtico héroe nacional, ahora que abundan las celebridades mediocres. Por eso, aunque falte más de un mes, me siento con ganas de deseároslo ya: ¡Feliz Navidad a todos!

domingo, 9 de noviembre de 2014

A una madre es imposible engañarla

El año pasado, Atún Calvo nos sorprendió con una campaña que era un claro homenaje a las madres de familia. Gracias al “toque de humor” de presentar la relación materno-filial como una película de misterio, el spot nos habla de los “super-poderes” de una madre. Sin haberlo visto, sabe perfectamente qué es lo que han hecho sus hijos, la trastada que quieren ocultar, con quién han salido y por qué se muestran esquivos.

El spot alude a ello en el monólogo de un joven asustado: “Si las miras directamente a los ojos: mal. Si evitas el contacto visual: peor”. Sus super-poderes siguen en aumento: “Dicen que son capaces de leer el movimiento de tus dedos cuando estás escribiendo un mensaje”. (En ese momento vemos a la madre, saliendo ya por la puerta, que intuye lo que su hija escribe en el móvil: «Tronka, mi madre se pira»)… “Y de escuchar cosas imperceptibles al oído humano ¡con cuatro paredes de por medio! (oye a su marido, cuchichando por el teléfono en el otro extremo de la casa)”… Lo mejor está aún por llegar. Vemos al hijo enfermo en la cama, pero la mirada de la madre se dirige al flexo caliente y encendido: “Sólo ellas detectan que tú no tienes fiebre, tienes examen de capitales de la nueva Europa…”.

Efectivamente, la madre tiene poderes casi sobrenaturales (De ahí el tono cómicamente tenebrista del anuncio) . Unos super-poderes que los demás mortales no tenemos. Es capaz de ver, oír y entender lo que nadie puede ver, oír ni entender. Y es que llevan mucho tiempo entrenando. Nos sacan mucha delantera. Cuando un bebé llora y dice “¡aaaah!”, inmediatamente dice: “Tiene hambre”. Poco después, el bebé vuelve a llorar: “¡aaaah!”, y ella exclama: “Ahora está mojado”. Para los demás ha sonado igual, para ella no.

Por eso, cuando llega la época adolescente y el padre es incapaz de imponer su autoridad y su disciplina, ella sabe cómo contener la rebeldía juvenil: le basta una sonrisa, una caricia, una palabra de afecto. Y todo se arregla. Porque todo lo sabe. “¿Qué le pasa a nuestra hija?”, pregunta, desconcertado, el padre. Y responde la madre, que lo ha intuido ya hace semanas: “Pues… que se ha enamorado”.

De ahí el eslogan final: “A una madre es imposible engañarla”. Sí, ella sabe qué es lo que necesitan sus hijos; y, por supuesto, con qué plato va a acertar ese día, y de qué productos se puede fiar. Pero esto... es mejor que lo cuente Atún Calvo.

Feliz otoño a todos. Hoy es un buen día para recordar a quién le debemos la vida, quién nos prestó toda su atención cuando éramos pequeños… y quién se alegró de nuestro nacimiento más que nadie en este mundo. ¡Muchas gracias, mamá!

domingo, 2 de noviembre de 2014

Acuérdate de tu futuro

BBVA ha lanzado la campaña “Acuérdate de tu futuro”, un impactante experimento para concienciar a la sociedad de la necesidad del ahorro de cara al futuro.

La pieza, enormemente sugestiva, ha sido realizada por la agencia creativa DDB. Los protagonistas son ciudadanos anónimos a los que se sometió a una prueba muy ingeniosa: enfrentarles con el aspecto que tendrán en su vejez: ‘El día a día no nos deja ver más allá. Muchas veces el árbol no nos deja ver el bosque. La intención de este experimento es tratar de ayudar a las personas a construir su futuro’, afirma David Carrasco, del BBVA.

Antes de seguir, es preciso que veáis el video.



DDB y BBVA seleccionaron 4 personas reales, sin formación como actores, que se prestaron a participar de la iniciativa sin saber realmente en qué consistía. Durante más de 3 horas fueron maquillados por profesionales del cine como auténticos ancianos, sin verse en ningún momento en el espejo y con la complicidad absoluta de todo el equipo. Una vez caracterizados, contestaron con naturalidad a preguntas triviales sobre sus aficiones o lo que les gustaría hacer en la vida, sin darse cuenta que hablaban como una persona de 40, teniendo el aspecto de una de 70 u 80.

El experimento se apoyaba en una idea psicológica interesante: “A nuestro cerebro le es difícil proyectarse realmente en la vejez. Lo vemos como algo lejano y no tenemos la necesidad de actuar cuando todavía nos sentimos jóvenes”, explica Mari Carmen Martínez, psicóloga del proyecto. “Por eso hicimos un experimento real en el que conseguimos que distintas personas se descubriesen frente a un espejo con 40 o 50 años más, en edad de jubilación”.

Y es que “dos de cada tres españoles tiene un desconocimiento absoluto sobre cuál será su futura pensión. Esto significa no saber con qué medios económicos vas a hacer frente a un 25% de tu vida”, comenta David Carrasco.

Y ahora, la pregunta del millón. ¿Por qué nos emociona el vídeo? Porque habla de algo que es intrínsecamente humano: el paso del tiempo y el sentido de nuestra vida. Todos sentimos que nos toca en lo más hondo del corazón. “Cuando sea un anciano, ¿qué tipo de persona seré?, ¿qué habré hecho de mi vida?, ¿qué podré esperar entonces?”.

Es maravilloso que un spot nos ayude a reflexionar. Porque demuestra que aún es posible encontrar, en medio de tanta prisa, una publicidad con valores.